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Charles Darwin, el naturalista más conocido del mundo y considerado el padre de la teoría de la evolución, describió al guanaco (Lama guanicoe) como el camello de Sudamérica.
No estaba equivocado, ya que el guanaco forma parte de la familia de los Camelidae. Esta categoría agrupa camellos y dromedarios, los cuales viven principalmente en el norte de África y Oriente Medio, y vicuñas, llamas, alpacas y guanacos, nativos del sur de América.
Al proceder de un ancestro común, todas estas especies comparten muchas características. Por ejemplo, tienen tres estómagos, en vez de los cuatro que tienen las vacas y otros rumiantes. También se diferencian de ellos porque ninguna de ellas tiene pezuña, sino que tienen un par de uñas y una almohadilla que les recubre la planta de los pies.
El guanaco es una de las cuatro especies de camélidos que viven en Sudamérica. Su cuello y sus patas son largos y su pelaje, una lana muy suave, tiene distintas tonalidades dependiendo de la zona del cuerpo que cubre. Por ejemplo, el cuerpo acostumbra a ser de color pardo. El vientre, la parte interior del cuello y las patas suelen ser de color blanquecino y la cabeza es de un gris oscuro.
Teniendo en cuenta esto, algunas de las características del guanaco son:
Los guanacos (Lama guanicoe) son animales salvajes y se cree que son los antecesores de las llamas (Lama glama): las cuales están domesticadas desde hace miles de años.
Todos los guanacos son del mismo color: pero las llamas pueden ser blancas, negras, grises o marrones.
El pelaje de los guanacos es más corto: lo que hace que se lo vea más grácil que a su pariente.
Los guanacos son de tamaño medio: contando la distancia hasta los hombros, los guanacos suelen medir entre 90 centímetros y un metro, aunque también pueden llegar a los 1,2 metros.
Su cola es pequeña y curvada.
Existen varias subespecies de guanaco: las cuales tienen una distribución geográfica distinta. Las principales son la Lama guanicoe guanicoe, común en Perú y el norte de Chile, y Lama guanicoe cacsilensis, presente en el resto de su territorio y con un mayor tamaño que la anterior.
Viven en grupos: formados por un macho y de 4 a 20 hembras y sus guanacos juveniles, también llamados chulengos. Cada grupo delimita su territorio mediante acumulaciones de heces y, de sentirse amenazados, pueden llegar a galopar hasta 60 kilómetros por hora.
Hábitat del guanaco
El guanaco tiene una clara preferencia por los terrenos áridos o semiáridos que rodean los Andes, desde Perú hasta el sur del continente americano. Aun teniendo dicha preferencia, de todas las especies de camélidos de Sudamérica, esta es la que tiene una distribución más amplia y más variada, ya que puede vivir tanto a nivel del mar como en altitudes de 4.000 metros. Los tipos de hábitat donde vive el guanaco son estepas, matorrales y regiones montañosas. Además, tolera fácilmente los cambios de temperatura, tanto los que suceden durante el día como los que suceden con el cambio de las estaciones.
Alimentación del guanaco
Ahora que ya sabemos qué es un guanaco y sus características, seguro que te estás preguntando qué comen los guanacos. Lo cierto es que el guanaco es un animal herbívoro que no está especializado en una vegetación concreta, sino que se alimenta de una variada gama de gramíneas y otras hierbas, así como de arbustos bajos. Es posible que su dieta sea tan generalizada por su extensa distribución en hábitats tan distintos. Ocasionalmente los guanacos comen liquen y plantas suculentas. Entre el medio día y la tarde es cuando dedica más tiempo a alimentarse. Al atardecer, busca refugio en matorrales y otras zonas protegidas para pasar la noche.
Reproducción del guanaco
Como comentábamos anteriormente, en los grupos suele haber tan solo un macho, considerado el líder de la manada. Los machos juveniles dejan el grupo a los tres años de edad, ya que durante la época de apareamiento (finales de primavera) el macho adulto no dudará en luchar contra otros guanacos que están en edad de reproducirse. Después de un periodo de gestación de unos 11 meses, la hembra da a luz a una cría que a los dos o tres días ya es bastante ágil. Al mes de haber nacido, empieza a alimentarse de hierba, aunque sigue alimentándose de leche materna hasta los seis meses aproximadamente. A pesar de que tanto las hembras como los machos llegan a su máximo tamaño a los tres años de edad, las hembras adquieren su madurez sexual al año de vida. Los machos juveniles dejan el grupo a los tres años y se reúnen con otros hasta que llegan a una edad en la que pueden formar su propio clan. También es común verlos en solitario. Cuando acaba la época de cría y llega el invierno, los distintos grupos, que hasta ahora habían sido muy territoriales, dejan de serlo para reunirse en grupos que pueden agrupar a cientos de guanacos.
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