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Eros Ramazzotti, el famoso cantante italiano, vuelve a la música luego de cuatro años sin lanzar música; en su nueva producción, el intérprete de “La cosa más bella” llegará con una gran sorpresa para las y los devotos de la Virgen de Guadalupe, pues compuso un tema dedicado a su fe, el cual ya está disponible para ser escuchado.
A principios de los 80, Eros se dio a conocer y fascinó al público por su particular estilo nasal, con el que interpretaba canciones románticas. Aunque en principio, cantaba sólo en italiano, en su segundo álbum comenzó a grabar canciones en español, las cuales se convirtieron en grandes éxitos como “Otra como tú”, “Fuego en el fuego”, “Una emoción para siempre” y “Si bastasen un par de canciones”, entre otras.
Eros fue uno de los primeros cantantes de habla italiana que diversificó su público, conquistando a las y los escuchas hispanoamericanos, abriéndoles las puertas a artistas más jóvenes que, al igual que él, cantaban en español e italiano, como Laura Pausini y Tiziano Ferro.
Este año, el músico de 58 años cumple cuatro décadas desde que incursionó en la industria musical y celebrará con el lanzamiento de un nuevo álbum, titulado “Latido Infinito”, el cual se encuentra en plena promoción, pues desde hace un par de días comenzó a incluir temas del disco en su gira más reciente; “World Tour Premiere”.
Entre las sorpresas que ha dado a conocer del contenido del álbum, es que incluirá la colaboración de Alejandro Sanz con quien canta a dueto el tema “Soy”, el cual ya tiene video musical. Pero esto no es lo único que asombro, pues Eros escribió una canción dedicada a la Virgen de Guadalupe, de quien es un fiel creyente, como lo denota la letra de la canción:
La noche estrellada lleva hasta el alba y no tengas miedo si tu fe demuestras a nuestra Señora de Guadalupe.
La morenita que lleva el Sol y que la Luna va pisando.
El cielo se enciende, se reza bailando.
Señora de Guadalupe:
Llueve el amor que calma el dolor mientras bendices pecadores. En cada sonrisa se esconde tu nombre.
Vuelvo a pensar a recuerdos tan vivos que siento de nuevo un escalofrío porque es natural no sentir vergüenza, por amar aquello que nos da esperanza.
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